El color es uno de los muchos elementos que conforman una identidad visual, pero ¿qué pasa cuando se convierte en el gran protagonista?

Este es el caso del diseño de la nueva edición del Brisbane Festival 2022, realizado por el estudio Bigfish. Brisbane Festival se caracteriza por contar con un gran catálogo de actividades de arte contemporáneo, dirigidas a un público extraordinariamente amplio y variado.

Con el objetivo de captar el espíritu principal del evento, es decir, su gran diversidad, Bigfish desarrolla un sistema visual flexible basado en la transformación y el cambio constante. ¿Cómo lo consigue? A través del uso del color. 

Brisbane Festival 2022 es una explosión de color que cuenta con un total de 70 tonalidades. Cada tipo de actividad tiene unos colores “propios” y llamativos capaces de transmitir el espíritu del evento de forma directa y eficaz; siendo a su vez capaces de funcionar en armonía dentro del conjunto global que compone el evento.

Pero, ¿cómo podemos conseguir que una identidad en constante cambio siga siendo reconocible? En este caso, Brisbane Festival apuesta por el uso del color como elemento dinamizador del sistema, sin olvidar el resto de recursos que componen una marca. 

Así, podemos ver como todas las piezas mantienen una coherencia en el uso de elementos de la identidad como la tipografía, elementos gráficos o estilo de maquetación. Esto permite crear unos parámetros en los distintos soportes que dan lugar a una marca versátil y con un alto rango de transformación, a la que vez que funcional y reconocible.

No hay que olvidar que una identidad visual es un conjunto de muchos elementos que hay que saber combinar para sacar el máximo partido. Conseguir una marca de impacto, reconocible y capaz de transmitir el espíritu de tu negocio, te ayudará a conectar y llegar de forma más sencilla a tu público.